En la argumentación, las relaciones nos sugieren que unas
cosas participan en la aparición de otras, que condicionan su existencia: A
condiciona la existencia de B; B depende de A. Al preguntar
por una causa, preguntamos por las condiciones que explican la aparición del
efecto. Estas condiciones pueden ser de dos tipos: suficientes y necesarias.
a. Las condiciones suficientes
Si percibimos que dos acontecimientos diferentes se siguen con rigurosa
regularidad, decimos que el primero es causa o condición suficiente del
segundo:
Cuando nos visita mi jefe, disminuye la cerveza.
Decimos: A es condición suficiente de B;
basta con la aparición de A para que surja B; A causa B.
Si tomo café, no duermo.
Las
apariciones del efecto pueden ser constantes (siempre que aparece A
le sigue B) o no (generalmente cuando aparece A, le sigue B),
de lo que derivan las correspondientes matizaciones en nuestra conclusión
inductiva:
A siempre causa B.
A habitualmente causa B.
Puede ocurrir
sin embargo que en ocasiones aparezca B sin que le preceda A.
No he tomado café, pero he dormido
muy mal.
Si aparece A, surge B
Si no aparece A, también surge B
Esto significa
que, además de A, existe alguna otra causa capaz de producir el mismo
efecto.
Si tomo café, no duermo.
Si estoy preocupado, no
duermo.
Si me cayó mal la cena, no
duermo.
A, B y C causan D.
En suma,
llamamos condición suficiente a la que, siempre o casi siempre, provoca
la aparición de otro suceso. Cuando está presente, asegura el efecto. Su
ausencia no lo impide, porque puede existir otra condición suficiente capaz de
producirlo.
b. Las condiciones necesarias
Hay otras
condiciones que intervienen en el proceso de causalidad porque son
indispensables para que aparezca el efecto, aunque se muestran incapaces de
producirlo por sí mismas. Por ejemplo: para que me toque la lotería es
necesario que compre un Kino, pero nadie me garantiza el premio. Si no riego
las plantas se mueren, pero si las riego no todas viven. A estas condiciones
incapaces de producir el efecto pero que no pueden faltar, las llamamos condiciones
necesarias. Apretar el interruptor de la radio es una condición necesaria,
pero no suficiente para que el aparato suene. Un título universitario es
condición necesaria para determinados puestos de trabajo, pero no suficiente
para lograrlos.
Condición necesaria para soñar es
dormir.
Si falta A, no aparece B
Si se da A, puede aparecer B
Cuando una
condición necesaria no produce el efecto (no es suficiente), entendemos que
falta algo, generalmente otras condiciones igualmente necesarias, para que se
complete una condición suficiente. Es necesario leer un libro para entenderlo,
pero no basta; se precisan más cosas, como un carro necesita algo más que
gasolina para funcionar.
A+B+C, juntas, forman una condición
suficiente para D
Si falta una
sola de las condiciones necesarias, no se forma la condición suficiente y el
efecto no se produce. No es posible hacer una tortilla sin huevos, sin aceite,
sin sartén, sin fuego. Un carro está lleno de repuestos necesarios, y es
preciso que funcionen todos para que arranque.
Si no suena tu tocadiscos puede
ser: que estés sordo, que no haya luz, que no esté enchufado el aparato, que no
lo hayas encendido, que estén desconectados los altavoces, que te hayan
engañado con la copia pirata del CD…
Una importante
condición necesaria suele ser la oportunidad.
Procura sacar de él cuanto puedas,
y que sea pronto, porque no suelen durar mucho las buenas condiciones.
c. Las condiciones suficientes y necesarias
La condición
necesaria no es suficiente y precisa que estén presentes otras condiciones
necesarias. Pero puede ocurrir lo contrario: que, además de necesaria, sea
suficiente. Este es el caso de las condiciones suficientes que son únicas: El
rayo es condición suficiente y necesaria del trueno:
Si ocurre A, se da B
Si no ocurre A no se da B
Lo mismo
sucede, por ejemplo, cuando se cumplen todas las condiciones necesarias para
determinado efecto, menos una. Esta última condición opera simultáneamente como
suficiente y necesaria. Es suficiente porque con agregarla bastará para
producir el efecto (es la única que falta) y es necesaria porque si no se
agrega no surgirá el efecto.
Es suficiente
porque si aparece A, se produce B.
Es necesaria porque si no aparece A
no se produce B.
Es el caso de la gasolina en un
carro que funciona bien, de la polinización para un alérgico al polen, o de la
gota que colma el vaso de nuestra paciencia. Del mismo modo, cuando todos los
medios están dispuestos, la llegada del momento oportuno se convierte en
condición suficiente y necesaria.
Por último, y según lo solicitado
por el docente, veo que en mi problema de Toma de Decisiones el efecto de la
solución, quedaría en los siguientes términos:
Si despido a los quince trabajadores que tienen fallas en
su desempeño, corregiré al resto del personal.
Pero esta condición no es
suficiente, sino necesaria, pues requeriría que además cumpliese con los
términos de la Ley, que contratará a expertos abogados, que me mantuviese
fuerte frente a los sindicatos y otros enfrentamientos, etc.
No hay comentarios:
Publicar un comentario